Mantiene ese interesante motor de 249 centímetros cúbicos y su divertida potencia de 24 caballos. No obstante, para mejorar la fiesta, Zontes incrementó el torque hasta los 23 Newton metros, cinco puntos más que su versión saliente. Esta marca sabe cómo retener nuestra atención en sus productos.
Vaya poder de frenado. Con discos ventilados y lobulados en ambas ruedas, la detención de la trayectoria será en cuestión de segundos. Su equipamiento en la R250 aumenta el control y la sensación de seguridad a bordo.
Tanto sus aros de aleación, como el pronunciado ancho de sus llantas, generan un movimiento realmente estable y seguro. Con un par de llantas así, sacarle el máximo provecho a las curvas está garantizado.
La suspensión delantera se mejora con unas horquillas telescópicas invertidas. Es una amortiguación más resistente y fiel a la hora de absorber los golpes y desniveles del camino. Atrás permanece un monoshock con bolsa de aire que concreta un gran sistema en pro del confort y la seguridad en conducción.
Para el 2022, Zontes cambia la inyección electrónica por una distribución por carburador. ¿Retroceso? Aparentemente, sí. Pero no sabemos el motivo de esta modificación y es difícil juzgar. En todo caso, la firma ha regresado a una tecnología antigua pero fiable y económicamente más asequible de mantener.
La versión 2022 es más compacta: ha bajado considerablemente su altura de 114 a 105 centímetros y su longitud ha pasado de 206 a 197 centímetros. Sin embargo, ha aumentado su ancho de 71 a 77 centímetros. De todas formas, estas nuevas dimensiones han reducido también su despeje al suelo en poco más de medio centímetro de la misma forma que su distancia entre ejes, así como un centímetro su distancia del asiento al suelo.